Centro de Acción Social para la Música Simón Bolívar
Caracas, Venezuela
Mención Honorífica
2010
El centro para el desarrollo de las orquestas infantiles y juveniles se erige como un gran manto que se desprende desde suelo entre el Boulevard y el parque. El edificio está pensado no sólo como hecho constructivo que ha de albergar un uso particular, sino que también pretende ser plaza, terraza urbana, y anfiteatro al aire libre. Un espacio público que se incorpore a una ciudad escasa de sitios de entretenimiento sano y abierto a la naturaleza. En el recorrido desde el nivel del boulevard hasta su parte superior los peldaños se elevan y que se fusionan en una transición del verde y el concreto en un patrón inspirado en el rollo de una pianola, y van pasando de la plaza, a la terraza mirador y finalizando en la anfiteátrica desde la que se observan hermosas vistas del paisaje. Hacia el parque la topografía ha sido modificada para llegar hasta la cota de la calle y servir de puerta de entrada al parque y al jardín de esculturas del Museo de Arte Contemporáneo. En este gesto pareciera que el terreno se eleva para dar paso a una piel que levanta queriendo alcanzar el cielo, imitando a las curvas pronunciadas del cerro Ávila que le hacen fondo.
Debajo del gran techo o Manto protector que como la música, provee a los jóvenes de una herramienta para la integración social y su desarrollo, se encuentran los 3 monumentales volúmenes que conforman las salas de concierto. Alrededor de ellas y como justificación e invitación al recorrido y experimentación sensorial y espacial se desarrollan en un espacio protegido del sol, y la lluvia, con ventilación natural cruzada, en una deliberada intención de acondicionamiento natural y aprovechamiento del clima benévolo de la ciudad, las diferentes sedes de las orquestas salas y cubículos de ensayos y áreas de servicio y apoyo a los mismos, Todo ello dispuesto de manera tal que inclusive el visitante ocasional tiene la oportunidad de compenetrarse con el ambiente, el ritmo y el movimiento de lo que allí sucede a diario.
El complejo desarrollado busca también ser ecológicamente sustentable al proponer las áreas públicas de circulación, y otros servicios con acondicionamiento natural. De igual manera se busca minimizar el impacto de la incidencia de la luz solar sobre las fachadas y el techo, al incluir terrazas vegetadas, y una celosía o piel protectora como parte del tratamiento de fachadas y así contribuir a minimizar las exigencias de acondicionamiento artificial en las áreas que así lo requieren. De igual manera la consideración y uso de la iluminación natural se convierte en parte clave del programa al incluir inclusive en algunas de las salas, la posibilidad de usar este tipo de iluminación a manera de reducir el consumo energético, pero sin olvidar el tratamiento acústico requerido, al proponerse mecanismos móviles adaptables a tal efecto. Igualmente el uso del color blanco en fachadas interiores y exteriores contribute con la luminosidad interna del edificio.
La circulación tanto vertical como horizontal se dispone en recorridos que descubren espacios de toda calidad dentro del edificio haciendo grata la experiencia del traslado de un lugar a otro, tomando en cuenta los volúmenes de transito interno. Para ello se optó por la utilización mayormente de rampas escalonadas las cuales permiten la circulación expedita de grandes volúmenes de personas.